¿Imaginaba que algún día podría volar hasta París por apenas 10 euros? ¿Y que fuera posible hablar a las 24 horas del día, con cualquier operador de telefonía, por apenas 5 u 8 céntimos el minuto? El modelo de negocio del bajo coste (low-cost) también ha llegado al mercado de la telefonía móvil, como ya ocurrió hace años en las aerolíneas.